Quienes Somos

Nuestra Historia

 

Morondo SL es una empresa dedicada a la producción y comercialización de productos agrícolas. Fundada en el siglo XIX, Morondo sigue trabajando día a día con la filosofía y los valores con los que empezaron nuestros antepasados, pero adaptándonos a los últimos avances tecnológicos para poder progresar en nuestro trabajo.

Nuestro producto final es el fruto de la dedicación y el trabajo empleados desde la producción de las mejores frutas hasta la confección de las mismas para que nuestro cliente tenga las mejores calidades de nuestro producto.

El origen de MORONDO S.L., se remonta a mediados del siglo XIX, cuando el bisabuelo Antonio Martí Sala , en el año 1868, comenzó el comercio de arroz para Andalucía y de aceite hacia Valencia. El medio de transporte que se utilizaba en aquella época era 20 mulas que bajaban a Andalucía con arroz de Sueca y subían con aceite de los pueblos de Jaén.

El nombre de MORONDO, surgió de la ocupación de la casa de nuestros antepasados, por un capitán llamado Morondo en el periodo de las guerras Carlistas, y desde entonces permanece este nombre en dicha casa.

Morondo S.L. se constituye en el año 1992, como consecuencia de la jubilación de la empresa familiar del sr. Jose Martí Cerdá. En el aspecto de la producción y comercialización, la familia Morondo ha conocido todos los segmentos de la producción y venta minorista y mayorista desde el siglo XIX hasta la fecha de hoy. La empresa viene participada por los hermanos Martí Juan, siendo una empresa netamente familiar.

¿Por qué elegirnos?

Uno de los eslabones principales para que la fruta llegue en óptimas condiciones a tus lineales o paradas en los mercados es sin duda el momento de recolección. Sí, ya sabemos que en un alimento perecedero y tan delicado como la fruta todos los eslabones son importantes, pero la marca El Temple ® nace de la convicción de que recolectar en el momento preciso la fruta revierte en que el consumidor final va a obtener el mejor sabor y dulzor posibles.

Sí, también sabemos que algunos productores o comercializadores optan por recolecciones en verde, para así avanzarse al mercado o simplemente darle más tiempo de consumo preferente. Pero a nuestro juicio esto es un error. Si la fruta que llega al consumidor final no cuenta con el sabor adecuado, este no volverá a comprarla o como mínimo tardará más tiempo en volver a consumirla dado el ingrato recuerdo de la última vez.

Esto va a revertir en perjuicio de todos, comercializadores, agricultores y también del propio consumidor que dejará de alimentarse y disfrutar con ricas y saludables frutas.

El temple es la expresión que nuestros antepasados usaban para referirse al punto óptimo de maduración de una fruta en el árbol. Morondo como empresa de tradición y familiar ha querido recoger con esta marca años de experiencia y duro trabajo de todos nuestros antepasados.

Conocimiento y experiencia transmitida generación tras generación para que el consumidor pueda disfrutar cada día de la semana de la mejor fruta, cultivada, recolectada y confeccionada en base a las mejores prácticas derivadas de la experiencia y la transmisión de conocimiento intergeneracional.

¡Que lo disfruten!

Morondo asegura a los consumidores de todo el mundo que los alimentos que están comprando son seguros y se producen de manera responsable en términos de su impacto ambiental, así como la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores y los animales.

Es por ello que para que sea certificado por un tercero, hemos decidido acceder a la certificación GlobalGAP, emitida por esta organización no gubernamental, que sigue normas voluntarias para la certificación de productos agrícolas en todo el mundo.

Hoy en día, GlobalGAP certifica a empresas del sector primario como la agricultura, ganadería y acuicultura. Se estima que más de 160.000 productores en 120 países están bajo alguna forma de certificación GlobalGAP y es además un estándar normalmente exigido por la mayoría de compradores al por mayor.

Las buenas prácticas agrícolas son «prácticas que abordan la sostenibilidad ambiental, económica y social para los procesos agrícolas en las fincas, y dan como resultado alimentos seguros y de calidad y productos agrícolas no alimentarios» (FAO, 2003).

¿Qué son los códigos, normas y reglamentos GAP?

Los códigos, normas y reglamentos de buenas prácticas agrícolas (GAP) son directrices elaboradas en los últimos años por la industria alimentaria, las organizaciones de productores, los gobiernos y las ONG, con el fin de codificar las prácticas a nivel agrícola para una serie de productos básicos.

¿Por qué existen códigos, normas y regulaciones GAP?

Estos códigos, programas o normas GAP existen debido a la creciente preocupación por la calidad de los alimentos y la seguridad alimentaria en todo el mundo.

Su propósito varía desde el cumplimiento de los requisitos comerciales y reglamentarios gubernamentales, en particular con respecto a la inocuidad y calidad de los alimentos, hasta requisitos más específicos de mercados especiales o especializados.

Sus objetivos abarcan desde garantizar la inocuidad y calidad de los productos en la cadena alimentaria; mejorar la cadena de suministro; mejorar el uso de los recursos naturales, la salud de los trabajadores y las condiciones de trabajo.

Botánicamente, los caquis pertenecen a la familia de las Ebenaceae, en el género: Diospyros. Esta delicada fruta es originaria de China. Desde allí, se extendió a la península de Corea y Japón hace mucho tiempo atrás y más tarde se introdujo en la costa mediterránea y en California a mediados del siglo XIX.

Su nombre científico es Diospyros virginiana. Los caquis son árboles caducifolios de varios troncos o de un solo tallo, que pueden crecer hasta 7 metros de altura aunque para facilitar su cultivo y recolección son sometidos a podas que por lo general hacen que los árboles sean guiados para tener un tronco central y no sobrepasar los 4 metros de altura.

Clima de cultivo para los caquis

Crecen mejor en zonas donde los inviernos son moderados y los veranos relativamente suaves. Por tanto el clima mediterráneo donde en Morondo cultivamos nuestros caquis es sin duda uno de los más aconsejables para obtener una fruta en perfectas condiciones, con gran sabor y con una producción sobresaliente que nos asegure poder servir los pedidos que nuestros clientes demandan día a día.

Los árboles del caqui se pueden clasificar de una manera amplia en dos subgrupos. Los que dan «frutos astringentes» (sin madurar) y los que dan «frutos no astringentes». Actualmente los más apreciados por su valor comercial son los no astringentes y más en concreto los Persimón.

Esto es así ya que su textura y cuerpo parecido a las manzanas permiten una manipulación y transporte mucho más seguro, permitiendo llegar allí donde los consumidores lo demandas sin mermas considerable en cuanto a calidad y depreciación de las piezas de fruta. Todo esto claro está si se manipulan correctamente y como ya sabes en Morondo somos expertos en Caquis, desde su cultivo hasta la comercialización y llegada al consumidor.

El fruto del Caqui

Durante cada estación, el árbol de caqui produce muchos frutos que pueden variar según el pie o variedad. Podemos encontrar desde piezas esféricas hasta con forma de corazón. Su tamaño también es variable pero en Morondo nos esforzamos por conseguir los calibres que comercialmente más satisfacen al consumidor. El color de la fruta varía de amarillo a un casi naranja claro a rojo anaranjado oscuro. El fruto entero es comestible excepto la semilla y el cáliz.

Cultivo responsable

En Morondo somos conscientes de que debemos de respetar el medio ambiente, es por ello que nuestros caquis son cultivados teniendo en cuenta que no debemos de utilizar plaguicidas de manera excesiva, practicamos la agricultura integrada, con lo que logramos llevar hasta el paladar de las personas frutos con los mínimos residuos posibles y garantizando la calidad de cada uno de nuestros caquis.

La poda y el clareo forman parte esencial del cultivo de los árboles frutales. La poda elimina ramas rotas y enfermas, permite que la luz del sol penetre a través de todo el árbol y enfoca los nutrientes de las raíces hacia las ramas donde pueden fructificar mejor los frutos.

Aunque para cada tipo de frutal existe también un arte o quizás una técnica de artesano experto podemos diferenciar dos tipos básicos de poda. La de formación en edad más temprana y la de clareo cuando el árbol ya es adulto y se le aplican técnicas de poda para que el sol penetre en su interior permitiendo una mayor fructificación y reducir los efectos de temidas plagas como la araña roja.

Para la poda en bancales o parcelas recién plantados existen dos filosofías de poda bien diferentes.

  • La primera aboga por dejar que durante los dos primeros años el plantón se desarrolle de forma libre para que una vez observado su crecimiento se proceda a darle la forma y guía adecuada. Esta técnica tiene la ventaja que suele acelerar la puesta en producción del frutal ya que no es sometido a tanto “castigo” de corte.
  • La segunda propugna que el frutal debe ser guiado desde el principio para que tome la forma correcta y se eviten desviaciones que puedan provocar en su época de madurez problemas asociados.

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donde trabajamos con mucho cuidado cada pieza de fruta

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